lunes, 17 de diciembre de 2012

Twilight Princess (X)

¡Hola!
   Dadme un segundo para una pequeña interrupción :) Me llamo Luna y como ya sabréis, soy autora de este fic, aunque he de resaltar que los dos primeros capítulos los escribimos en agosto Óliver Sanz (el primero, el de Link) y yo (la primera aparición de "Hashi") tras acabar el Twilight Princess, para expresar un poco lo que sentíamos; no era algo que tuviera intención de ir a más. Pero hace algunos días, algo me impulsó a continuar esta historia... y aquí la tenéis.
    Este es mi primer Fan Fiction, y la verdad, no tengo demasiado claro qué hacer. Es decir, me manejo relativamente bien escribiendo mis propias historias de ciencia ficción y fantasía épica, pero no estoy muy segura de que en un fic las cosas se hagan del mismo modo, así que agradezco consejos e indicaciones, críticas y todo lo que os apetezca aportarme (nota: con crítica me refiero a crítica constructiva, si vas a escribir "es una mierda porque te inventas cosas y eres imbécil" pues por mí vale, pero no esperes que te lo agradezca u.U) . Asimismo, si os gusta lo que hago y se lo recomendáis a vuestros amigos me haríais un gran favor, porque en mi círculo no hay muchos aficionados a The Legend of Zelda y ya sabéis, cuando haces algo con lo que disfrutas te gusta que la gente lo vea ^-^ También agradezco que os pongáis en contacto conmigo para decirme si os va gustando lo que escribo, porque de otro modo, la sensación es la misma que la de estar hablando sola. Dado que imagino que me habréis encontrado por Twitter, ya sabréis cuál es, y si no, tengo ask (usuario "Gladiatrix", Luna Sanz) y podéis dejar comentarios en el blog :)
      Y creo que eso es todo por ahora; debo añadir que intentaré subir capítulos de manera regular, un día sí y un día no cuando la Facultad lo permita, y cuando esté más liada, prometo que no os dejaré sin al menos uno por semana :) Ah, y no sé cómo de larga será la historia, la intención es que tenga bastantes capítulos, pero no la eternizaré para que acabe convertida en la versión hyliana de "Lost" xD
     Eso es todo, chicos. Os dejo con un personaje que, lo intentéis disimular o no, os encanta ;)

* * *

Dark Link

Nada ha cambiado desde hace semanas en Gerudo.
Todo permanece exactamente igual desde que Midna cerró la puerta que nos unía con el Crepúsculo, todo sumergido en una nube de felicidad y alegría realmente vomitiva. No es así como debería ser una posguerra, y no es así como debería ser nada.
De una patada envío una calavera a rebotar por las escaleras del coso, mientras envaino y desenvaino la espada de modo compulsivo. Necesito acción, necesito pelea y necesito sangre, llevo demasiado tiempo encerrado en una maldita cueva bajo las arenas. Necesito hacer algo antes de enloquecer de frustración en este maldito páramo, necesito...
Necesito matar a Link y a Hashi.
Pero esa maldita cría se ha llevado a Link fuera de mi alcance, ha demostrado ser un poco más astuta de lo que yo creía. También es que yo me he comportado como un idiota dejándola marchar; debí matarla, matar luego a Link y entonces asolar Hyrule, encargarme de que nunca tuvieran esa maldita paz que les han dejado Link y Midna.
Pero Link está en otro mundo, seguramente revolcándose con la Zorra del Crepúsculo y la niñata espíritu, y yo estoy aquí en medio de ninguna parte y sin medios para hacer nada. Debería organizar a los moblins que siguen aquí y lanzarlos contra Hylia, pero aún tengo demasiada rabia encima y sé que si lo intentara, los mataría a todos antes de conseguir convencerlos.
Así que me encierro aquí, donde nadie se atreve a acercarse, tratando de calmar mi odio lo suficiente para hacer algo útil con él.
Desenvaino la espada otra vez y la descargo contra cuantas calaveras encuentro a mi paso, tratando de encontrar calma en la destrucción, pero solo logro recordar la estúpida sonrisa de Link y la alegre cara de su mocosa.
Esa niñata me desafió, y yo se lo permití. No solo se lo permití, si no que además disfruté con su desafío, me resultó agradable verlo.
Aprieto el puño, furioso.
No volverá a ocurrir.
De pronto, veo un óvalo de neblina formarse unos pocos metros por delante de mí; aprieto la espada con fuerza, dispuesto a descargarla contra cualquier cosa que salga de ahí, pero el portal parece cubierto por un cristal, o por una película de agua.
-¿Hola? ¿Hola? ¿Quién está al otro lado, por favor?
Me acerco con precaución al óvalo por un lateral, manteniéndome fuera del ángulo de visión de quien quiera que esté hablando.
-¿Hola?
-Hola - replico, con mi voz más torva. 
En el espejo aparece un twili de nariz chata y ojos saltones que escudriña el terreno por delante de él, buscando el origen de mi voz.
-Hola, lo siento pero no veo a nadie, no sé si es que el portal no funciona o...
-Funciona perfectamente, pero yo no quiero dejarme ver - le corto, tratando de sonar amenazador.
El twili asiente, nervioso, pero no para de hablar.
-¿Con quién hemos dado? Hemos abierto el portal casi a ciegas, no sé exactamente...
Resoplo y me pongo delante del rostro del estúpido twili, que da un respingo aterrado.
-¡Link! Vos estabais... vos no... - de repente me observa con más atención, entrecerrando los ojos -. Tú no eres Link.
-Bravo por tu inteligencia - gruño, mientras me apoyo el filo de la espada en el hombro -. ¿Quién eres, qué quieres y cómo has llegado hasta aquí?
-Oh, pues yo... verás, es absolutamente extraordinario... Link de Ordon, el que va a ser coronado monarca del Crepúsculo, trajo consigo a una niña extraordinaria, ciertamente extraordinaria... decía ser un espíritu encarnado, y por ello ser capaz de abrir portales entre mundos...
-La conozco - le corto de nuevo -. Das muchos rodeos, twili. Abrevia.
-Entenderás que a ninguno de nosotros nos hizo gracia la invasión. Un extranjero, no solo extranjero si no que además de otro mundo, sentado en el trono del Crepúsculo...
-No veo qué tiene que ver eso con la niña, racista engreído.
El twili aprieta las mandíbulas y yo le dedico mi sonrisa más siniestra, lo que le hace tragar saliva.
-Hemos... extraído... tomado muestras, digamos... de la sangre de la niña. De diversos modos. 
-¿Habéis cogido sangre de Hashi? - pregunto, intrigado. 
El twili asiente, al parecer satisfecho.
-Y con mucha astucia, he de decir. Lo hemos camuflado como una serie de accidentes, y recogido la sangre de distintos modos; en pañuelos empapados en sangre que hemos escurrido, vasijas, vasos y cuencos...
Por un segundo me imagino a Hashi acurrucada en un rincón de una habitación oscura, cubierta de cortes, con las mejillas manchadas de sangre y lágrimas y su mirada desafiante. La visión me hace estremecer de puro gozo.
-... con esa sangre y una serie de artefactos cuyo funcionamiento temo que no entenderías, hemos logrado abrir un portal.
-¿Con la sangre de la niña?
El twili asiente, al parecer muy orgulloso de sí mismo.
-Disuelta en agua para no malgastarla, sí. El poder que le permite abrir portales está sobre todo en su sangre; en su pelo no hay ningún indicio de magia.
Por un momento, recuerdo la creación de Hashi; cuando vi aquel destello de luz en el centro del Circo del Espejo y de pronto apareció un cuerpecillo blanco y delgado, desnudo y sin pelo. Como varias luces dieron una serie de vueltas en torno a él, flotando, casi juguetonas, hasta que una mayor se introdujo en su pecho y aquel cuerpo comenzó a respirar. Recuerdo como las tres lucecitas restantes giraron un par de veces más y se deslizaron desde su cabeza desnuda hasta sus rodillas, haciendo aparecer la negra melena y más tarde, creando el vestido blanco.
Sí, es lógico. El espíritu entró en el cuerpo de Hashi cuando aún estaba calva y desnuda, y por lo tanto la magia no llegó a los cabellos.
-¿Y solo con un poco de sangre de la niña puedes cruzar a este mundo?
-Sin disolver, supongo que sí. Disuelta... - el twili extiende una mano hacia mí, pero choca contra algo, como si hubiera un cristal interpuesto entre nosotros -. Pero si decides ayudarnos, podremos obtener más sangre. La suficiente para no disolverla.
-¿Ayudaros a qué?
-Midna no acaba de entender que no todos los que apoyábamos a Zant lo hacíamos obligados. Muchos de nosotros éramos plenamente conscientes de lo que hacíamos, queríamos la gloria, queríamos a Zant como gobernante y queríamos dominar Hyrule, aunque hubiéramos de compartirlo con Ganondorf. Ahora Midna está en el trono, trata de expulsarnos a todos y por si fuera poco, se va a casar con ese... con ese...
-Santurrón - aporto, con una parodia de sonrisa amable.
-... con esa caricatura de héroe. Nos expulsará del gobierno, perderemos nuestro poder... apenas seremos sombras de lo que fuimos.
-¿Y qué quieres de mí?
El twili me dedica una sonrisa taimada, casi diría que peligrosa.
-Quiero amigos, aliados que deseen conquistar Hyrule. Te sentaré en el trono de Hylia, te entregaré a Zelda si ese es tu precio. Mata a Link, ayúdanos a conquistar Hyrule para la sombra y tendrás todo cuando puedas desear.
Trato de que mi cara no delate la alegría que siento; este maldito twili me viene como caído del cielo. Ni en sueños podría haber deseado una ocasión mejor.
-No quiero a Zelda - digo, sonriente -. Zelda debe morir. Esa maldita dinastía tiene que desaparecer, los dos héroes de Hyrule, Link y Zelda, deben despedirse de la vida. Sus nombres deben olvidarse, disolverse en el pasado. Mataré a Zelda al igual que a Link, y tú me lo agradecerás, porque no habrá nadie para disputarte el trono.
-He de entender, por lo tanto, que tampoco quieres Hyrule...
Niego con la cabeza, pensando que nadie en su sano juicio querrá reinar sobre las praderas de hierba quemada y huesos calcinados en los que convertiré Hyrule cuando acabe con mi venganza. Juro que a mi paso solo quedará devastación.
-Quiero a la niña.
El twili tuerce el gesto, molesto.
-Es muy probable que la niña espíritu muera en el proceso de apertura del portal. Si queremos abrirlo y anclarlo.. quiero decir, mantenerlo abierto, necesitaremos mucha sangre. Mucha.
-Me da igual - siseo, furioso -. Me la podéis dar medio desangrada o moribunda, yo me encargaré de sanarla. Dadme a esa niña viva, y pondré Hyrule a vuestros pies. Negaos... bueno, prácticamente estoy seguro de que no queréis saber qué ocurrirá si os negáis, ¿verdad?
El twili asiente, tragando saliva, y yo le dedico una sonrisa satisfecha antes de darle la espalda y despedirme con un gesto por encima del hombro.
-¡Espera! - chilla, angustiado - ¿A dónde vas?
-¡A organizar a los moblins supervivientes! - respondo con desidia, pensando cómo un hombre tan inteligente como para abrir una puerta entre mundos puede ser tan estúpido - Comenzaré la conquista de Hyrule ya. Tú deberías ir matando a Midna o haciendo lo que tengas que hacer en el Crepúsculo.
-Volveré a contactar contigo dentro de tres días, cuando ya tenga a la niña - me dice, y yo le respondo con un gesto que podría interpretarse tanto como un asentimiento como una negación.
Al fin y al cabo, me divierte lo inimaginable tenerlos a todos en ascuas.
-¡Espera! - grita el twili una vez más - ¿Cómo te llamas?
-Puedes llamarme Dark Link, si quieres - le respondo, sin girarme mientras me alejo -. Al fin y al cabo, es lo que soy.

Sigue leyendo... Twilight Princess (XI)

No hay comentarios:

Publicar un comentario